Es paradójico pensar que las biografías, por lo general, cuentan realmente muy poco del lado humano de la persona a la que se refiere, entendiendo por "humano" todas nuestras características biológicas, fisiológicas, espirituales y filogenéticas que nos definen como especie. Apenas algunos datos sobre el lugar y la fecha de nacimiento, ocupación de los padres, situación entre los hermanos y datos, que nos dan alguna pista, sí, pero que no desvelan lo esencial. A partir de ese desconocimiento creamos instituciones, tendencias culturales, económicas y hasta políticas y nos preguntamos por qué hay enfermedades, suicidios, psicofármacos, por qué destruimos la madre tierra sin atisbar siquiera la respuesta, sin poder ver relación entre la causa y efecto.
Soy Patricia, hija de los últimos coletazos de una dictadura de la que no hubo una transición seria, sustentada en un catolicismo duro y represor, hija de la barriga a la cuna, del biberón por horas, de los primeros divorcios y de un largo etcétera y paradójicamente a estas alturas, estoy agradecida a la vida y a los míos por haberme llevado al punto en el que estoy. Perteneciente a una generación donde las necesidades materiales y audiovisuales estaban más que cubiertas, gracias a los esfuerzos maternos, a una generación, la del desarrollismo voraz, que empezaba a tontear incluso con tendencias pedagógicas permisivas, más negligentes que educativas y donde ya se empezaban a leer libros como "El niño feliz". A esta generación entre títulos universitarios y postgrados nos soprendió la maternidad tarde y a prisa, preparadas en lo intelectual, nada más, con una estructura emocional y espiritual muy pobre.
Ahora mismo, la mujer que soy está muy apegada a su naturaleza cíclica, una distinta para cada día del mes. Me gusta la indagación personal, me interesa y trabajo en temas relacionados con el Medio Ambiente, practico la reflexología podal, la aromaterapia y la medicina holística. Disfruto de la naturaleza sin escrúpulos desde las nubes a la tierra, valoro mucho la amistad y no creo en lealtades eternas, conozco mi linaje con toda su "maleta" y agradezco estar viva todos los días, me gusta el Cine con verdadera pasión, sobre todo la interpretación, así como la música, en especial el jazz y la fusión, adoro las expresiones artísticas en general, la alimentación saludable o con consciencia, el chi-kung, el yoga y todas las cosas que nos gustan a todos y todas en general, entre ellas y por encima de todo, lo que más me inspira, es mi hija. A raíz de mi maternidad descubrí nuevas pedagogías y fundé con otras familias el proyecto educativo NIDIA.
Espero que este libro te guste